Promoción
Casi
era la hora. Estaban a punto de promoverme a Gerente para Latinoamérica del
Holding. La reunión sería en unos minutos más, lo que me daba tiempo suficiente
para un café y recordar el camino que había recorrido desde que entré a la
empresa, los méritos demostrados y oportunidades que la vida me había dado para
llegar hasta donde hoy estaba…
Recuerdo
que no fui el más calificado para ingresar a la empresa, pero por cosas del
destino, los otros candidatos no pudieron presentarse, al parecer ni
contestaron los correos donde se les avisó de su elección para el cargo…
También
recuerdo mi primer ascenso. La empresa confió en mi experiencia y conocimientos
cuando me pidió reemplazar a mi jefatura. Una carta escrita por mi jefe explicaba
que por razones personales ya no podía seguir en la empresa y que me
recomendaba al 100%. Los envidiosos de mis colegas nunca entendieron esta
situación, menos los que llevaban más tiempo en el área, pero en fin… también sospecharon
por el hecho de que mi ex jefe nunca haya ido a buscar su finiquito, ni
contestara el teléfono.
Un
tiempo más tarde llegué a ser jefe de departamento por ser el más calificado,
había trabajado “codo a codo” con quien, inexplicablemente, un día se lanzó del
piso 12. El pobre hombre al parecer tenía muchos problemas, y bueno, es que
nunca se está del todo preparado para tantas responsabilidades. “No tiene
sentido todo esto” decía la viuda en el velorio”, “habría sabido si algo
hubiese andado mal”… En realidad creo que nadie sabe cuáles son las razones que
tiene la gente para quitarse la vida así…
No
pasó mucho tiempo hasta que postulé a la Subgerencia Comercial. El cargo lo
dejó la profesional más exitosa de la empresa, todo un ejemplo: madre abnegada,
deportista, solidaria, y otras cuantas cualidades que ya querríamos todos. Me
contaron que la encontraron sin vida, al costado del camino que solía recorrer
sola en bicicleta todos los domingos en el cerro. Siempre el mismo camino. A la
misma hora. Tan predecible…
También
postuló Max, jefe de otro departamento. Perdió porque su postulación se perdió.
Y cuando intentaron recopilar los informes psicológicos estos se quemaron en un
confuso incidente. Lo bueno es que nadie salió ileso…
Cómo
olvidar cuando llegué a la Gerencia General. Sin duda la vida ha sido muy buena
conmigo dándome oportunidades… una lástima que Don Alamiro, Gerente General
anterior, nos haya dejado tan repentinamente. Quien diría que guardaba un arma
en su escritorio y que se pegaría un tiro en la sien derecha… siendo zurdo…
Bueno,
llegó la hora de asumir como el Gerente para Latinoamérica del Holding. Es un
honor, un verdadero reconocimiento… una lástima que el anterior Gerente para
nos haya dejado también, esta vez en un accidente de auto, creo que sus frenos
fallaron… una lástima…
Agradezco
lo que la vida me ha dado y estoy finalmente satisfecho con este nuevo cargo,
ya estoy en la cima… y eso es muy positivo, ya que debo reconocer que aunque aún
me siento lleno de energía, ya estoy viejo para seguir arrastrándome bajo los
autos, prender fuego, esconderme entre arbustos o aguantar el ruido de un arma
a quemarropa…
CC by-nc-sa
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