Chicas Superpoderosas
¿Qué habrá sido de la Pancha Soto Mondaca? Me lo pregunté
mientras miraba una de las fotos que encontré en la caja de zapatos donde
guardo los recuerdos importantes, las cosas bellas de la vida. Entre esos
estaban las fotos de las “chicas super poderosas” como nos habíamos apodado,
las “comunachas” como nos decían los tarados del curso, o la “pandilla Guevara”
según los compañeres de las marchas…
La Pancha Soto era sin duda la más extremista. Y la más
inteligente. Ella tenia las notas tan altas como sus ganas de terminar con el
capitalismo, las isapres y las AFPs. Sus argumentos eran tan sólidos que éramos
capaces de discutir con cualquier facho pobre con bastante ventaja.
Recuerdo que a los profes de economía le debatía
constantemente sus clases. Y casi siempre ganaba. No sé si por inteligencia, o
por cansancio. Nosotras, la Josefa y yo le seguíamos como admiradoras, amigas
estilo BFF, “siempre juntas, nunca injuntas”.
Recuerdo también que en tercer año de la universidad
prometimos armar una especie de ONG contra el sistema, medio anarquista, con
aires de revolución, de modo que las nuevas generaciones pudieran despertar, o
abrir los ojos, al engaño de los gobiernos corruptos y corporaciones
destructivas del medioambiente…
Con la Josefa nos juntamos varias veces en el año… ya es
mas difícil por nuestras familias, el trabajo, los niños… igual hacemos el
esfuerzo. La última vez nos fuimos a tomar un café con medias lunas y
recordamos nuestras andanzas como las chicas super poderosas… tan unidas, tan
antisistema, tan nosotras… y ese recuerdo de tres, contrastaba con los dos
cafés servidos y la silla vacía siempre a nuestro lado… ¿qué habrá sido de la
Pancha Soto Mondaca?
La última vez que vimos a la Soto Mondaca fue en la
graduación. Costó convencerla que se vistiera para la ocasión, ya que eso era
“exigencias de un sistema” o algo así había dicho. Llegó con ese vestido hippie
y sus alpargatas negras que sinceramente daban entre risa y vergüenza ajena…
sobretodo cuando estamos hablando quizás de la mente mas brillante de la
generación.
Habiéndose entregado los diplomas e iniciado el cóctel,
la vimos conversando con tres personas absolutamente distintas: trajes impecables,
relojes aparentemente carísimos y zapatos muy bien lustrados. La rubia que los
acompañaba parecía modelo, el éxito le brotaba por los poros… reconozco que me
dio una envidia tremenda, ya que cual de las tres “súper poderosas” era más
autóctona: morenas y de pelo negro…
No quisimos acercarnos, con la Josefa nos escondimos tras
un arbusto decorativo y vimos como gesticulaban y reían, al menos al principio.
Luego la Mondaca se puso seria, algo estaba pensando. Miro hacia la fiesta,
quizás nos buscaba entre la gente. Yo salí del arbusto y levanté la mano para
que nos ubicara. Y me vió. Creo que sonrió, no estoy segura, luego levantó la
nariz y caminó junto a la rubia y sus colegas. Se subieron a un auto de lujo y
se fueron.
Al día siguiente le mandé un correo, porque no contestó
el celular nunca más. Al tercer correo me envió una frase que sería la ultima:
“Estimada, agradezco tu preocupación, estoy en una etapa de crecimiento
profesional y necesito dedicarme al 100%, Saludos cordiales”
Ya son 12 años que no vemos a la Pancha. La Josefa no la
vió en ninguna de las marchas a las que fuimos después. Tampoco la vimos en los
conciertos del Inti o de Illapú. La casa donde vivía con sus padres en Pudahuel estaba
vacía. “Se cambiaron sin dejar rastro, eso si dejaron todo pagado y me dieron
hasta unas Luquitas de más” me dijo la señora Carmen, la dueña del negocio de
la esquina, que le fiaba a la Pancha de vez en cuando…
Como de costumbre, tuve que ir a repactar una deuda de un
servicio básico a una de estas empresas insensibles de sus literalmente pobres
clientes… salí con un par de monedas y una tarjeta BIP en la mano cuando la vi.
Era ella, o no? Si era ella… ERA ELLAA! O no? Era ella pero de otra forma, su
ropa, su maquillaje, su aura, era ella?? Se bajó de un auto de lujo y camino
derecho a uno de los edificios espejados.
Era ella. Más flaca, más rubia, más estilizada, más
europea, más cuica.. si, esa es la palabra, más cuica…
La emoción me dejó temblorosa y de puro nervio le grite
su nombre. PANCHAAAA. PANCHAAA SOTO MONDACA!!! Soy yo! La Pepa! Y apuré el paso
antes de perderla en el lobby del edificio.
- Pancha, soy yo la Pepa! ¿Cómo estás? ¿Qué te pasó? ¿Qué
haz hecho en tu vida?
- ¿Perdón quien eres tú? La emoción que sentí al
principio se transformó en pena y rabia al escuchar a la que algunas vez fue mi
amiga hacerme semejante pregunta. Quizás el tiempo me hizo cambiar tanto que no
me reconoció. Pero sabia que no era un tema de cambios o tiempo. Me hizo una
desconocida de esas que a las amigas no se les hace…
- “Soy la Pepa, la Pepa Figueroa”. “oye Pancha Soto, soy
tu compañera de la universidad, tu amig…” Sentí como se rompió parte de mi
corazón y algo de dignidad salió por esa trizadura.
- “Parece que me confundes. Me llamo María Francisca
Sotomayor de Errázuriz” dijo bajando un poco sus lentes de sol dejando ver esos
ojos negros de la Pancha Soto… “esa mujer que nombras no existe. Quedó en el
pasado. No me avergüences con esa historia añeja con olor a pobreza. Me da
asco. Tu me das asco. Y si quieres mantener tu vida como está, sin problemas,
no vuelvas a contactarme…” “Adiós” mientras ingresaba por una puerta espejada
de ese edificio espejado… tan capitalista, tan internacional…
El señor que estaba en la recepción me miró y señaló con
cierto aire de orgullo: “La señora María Francisca es socia y parte del
directorio de un conjunto de empresas con participación, entre otras, de
isapres y AFP… es una mujer muy exitosa, que quizás representa el alma del
empresariado chileno, acá todos la admiramos, es la mejor, tan correcta, tan
integra, de una sola línea…”
Nunca más vi a la Pancha en persona. Le conté a la Josefa
y no me lo creyó. Nos quedamos en silencio y prendimos una vela en honor a una “chica
súper poderosa” caída y al surgimiento de una “mojo rojo”…
Todos los derechos reservados. 2019 Kurt Goldman
Todos los derechos reservados. 2019 Kurt Goldman
Comentarios
Publicar un comentario